20 junio 2013

La portada de la Virgen del Rosario

 
La Dorada
     La Virgen del Rosario fue muy importante para la primitiva comunidad dominica de Lucena, prueba de ello es la preciosa y milagrosa talla que se conserva en nuestra Capilla, denomina cariñosamente La Dorada

     Sin embargo el signo más evidente es la espectacular portada que a esta advocación mariana dedicaron al construir la iglesia de su convento de San Pedro Mártir. Durante décadas, las viejas piedras de esta puerta estuvieron enmarcadas en el encalado muro del derruido templo, que formaba parte de la fisonomía del Llanete de la Capilla. Su visión solo dejaba intuir que antaño, su esplendor tuvo que ser importante. Ahora, gracias a la intervención integral, a la reinplantación del templo que de manera decidida emprendió hace siete años esta Archicofradía, esta parte, importante, del patrimonio de nuestra ciudad ha sido recuperado para el disfrute visual de nuestras generaciones venideras.


Llanete que conocieron las generaciones anteriores de lucentinos
  

   Los trabajos de recuperación han dejado a la luz unos escudos nobiliarios muy bien conservados bajo la blanca cal, unas preciosas guirnaldas frutales que sirven de dosel a la Virgen del Rosario, unas cabezas de querubines que parecen asomarse al Llanete nazareno y una curiosa policromía de tonos ocres, que realzaba aún más la belleza serena de esta portada. Ya solo falta por restaurar la parte inferior del dintel y las pilastras, cuyos trabajos no tardaremos en ver terminados. Han tenido que pasar muchos años para volver a verla como la diseñaron, pero la espera ha merecido la pena.

Portada de la Virgen del Rosario

Detalle de la policromía de la piedra

Guirnalda frutal






    
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