13 octubre 2014

Cultos con motivo de la festividad de San Juan Pablo II



  La Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Lucena, va a celebrar unos cultos extraordinarios con motivo de la festividad de San Juan Pablo II, señalada en el calendario cristiano para el próximo 22 de octubre.
 
    La celebración tendrá lugar en el templo de San Pedro Mártir de Lucena, sede de esta Archicofradía, donde se encuentra la primera imagen de este Santo contemporáneo que se venera en la Diócesis de Córdoba, imagen que fue bendecida el 26 de febrero pasado, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, por Su Santidad el Papa Francisco.

   También desde Roma llegó hace unos meses una Reliquia de San Juan Pablo II, tras la petición realizada para ello por el Excmo. y Rvdmo. Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández. Esta Reliquia se dará a besar al finalizar las Eucaristías que han sido programadas para celebrar esta festividad, primera desde la canonización de Karol Wojtyła.

   El primero de los actos de culto tendrá lugar el próximo domingo 19 de octubre, cuando a las 12:30 se oficie la Misa de la Familia que se celebra habitualmente en la Parroquia de Santo Domingo y que en esta ocasión excepcional se trasladará al templo de San Pedro y en la que participarán los niños de la catequesis y el coro parroquial. Al término de la misma, los fieles podrán besar la Reliquia de San Juan Pablo II que se venera en la Archicofradía nazarena. También se celebrará un acto novedoso, que quedó instaurado durante la primera Eucaristía oficiada en la recién recuperada iglesia dominica por el Obispo de Bilbao, D. Mario Iceta, cuando en su homilía animó a presentar a los niños ante la Imagen de San Juan Pablo II, unos niños a los que el nuevo Santo tanto quiso, defendió y protegió durante toda su vida y especialmente durante su pontificado.

   Posteriormente y coincidiendo con su festividad, el miércoles 22 a las 9 de la noche se celebrará otra Eucaristía a cuyo término también se dará a besar la Reliquia del Santo.


    Sin duda estas celebraciones serán una ocasión única, tanto para los lucentinos como para los que puedan visitarnos, de acercarnos un poco más a este Papa santo que ha marcado nuestra época y que ha dado a la humanidad lecciones de fraternidad y de amor.
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